Dicen que cuando murió Lautaro,
Lloraron todas las madres de América.
Los viejos dejaron de pensar y los muertos
Deambularon por los bosques de alerce.
Dicen que cuando murió Lautaro,
Los campos dejaron de fertilizarse,
Las flores ya no crecieron más
Y las copas de los pehuenes de Arauco
Tocaron el suelo en lamentos.
Dicen que cuando murió Lautaro,
Nuestras voces callaron mucho tiempo,
La sonrisa dejó de reír en los labios
Y nuestros brazos pesaban la pena.
Dicen que cuando murió Lautaro,
Los hijos de las madres de América
Crecieron cada vez menos fuertes,
El miedo se apoderó de la tierra madre,
Y los canelos desgranaron sus hojas nuevas.
Dicen que cuando murió Lautaro
Su sangre de río regó los campos
Y los hizo fértiles nuevamente;
Y crecieron los bosques de Arauco.
Dicen que cuando murió Lautaro
Las madres de América dejaron de llorar
Los pehuenes se enervaron al cielo
Y los miedos viajaron a otro mundo.
Dicen que cuando murió Lautaro,
Los viejos mapuche citaron al sol
Y nacieron los nuevos hijos de América,
Fuertes, poderosos e innumerables.
Dicen que cuando murió Lautaro,
Nacieron los fuegos y escupieron los volcanes,
Las madres de América sonrieron otra vez
Y los hijos de América volvieron a luchar.